Momentos lactosos.

Aquí servidora, se ha pasado media vida pensando que sus rarezas a la hora de comer, y sus molestias varias, se debían a un  colon irritable. Pero tras un largo peregrinar por distintas consultas, y pasar por pruebas con distinto nivel en la escala del desagrado, hete aquí que mi colon está estupendo, y el único problema es la mala leche, literalmente. Vamos, que desde hace dos años sé que no es más que una intolerancia a la lactosa, que se une a la que ya tengo a los hongos. Rarita, eh?

Y pensar en la de perrerías que he pasado.

Desde entonces, hacer la compra ha pasado a ser un concurso de lectura de ingredientes, seguida de cerca por el jurado (el guarda jurado del super en cuestión), que no entiende como puedo tardar tanto en escoger unas simples salchichas, por no hablar de galletas o embutido. Todo un mundo.

Para haceros partícipes de mis peripecias esquivando la temida lactosa, y dar a conocer un poquito más esta  pequeña dolencia (que cada vez padecen más personas) he creado esta sección, en la que todos estais invitados a participar.

Os dejo el primer momento lactoso:

Aparezco en la oficina con un café de Starbucks, y empieza el cachondeo:

*Pero mira que pija la niña!

*Que pasa, que el café normal no es suficiente para tí?

Me quedo mirandoles tratando de descifrar si están de broma o no. Me pongo seria y les digo:

*Es el único que puedo tomar. Soy intolerante a la lactosa y no he encontrado otro sitio donde tengan leche adecuada.

Se quedan parados, se miran, balbucean. Hasta que uno pone cara de entierro y dice:

*Lo siento, no lo sabíamos.

Estaban tan apurados los pobres, y le daban tanta importancia que se veía a la legua que no tenían ni idea de lo que era. Vamos, que parecía que fuera enferma terminal.

Acabé explicandoles en qué consiste, y resultó que alguno más tenía familiares con la misma intolerancia.

Resultado:

Siempre había un cartón de leche sin lactosa  y zumitos de piña en la nevera.

 

¿Os apetece un Mocca blanco, con leche de soja y SIN nata? A mí sí.

Me voy a disfrutar de esta tarde maravillosa.

 

 

8 comentarios en “Momentos lactosos.

  1. Cuento entre mi familia varias personas intolerantes a la lactosa (algunas también al gluten) y desde luego es una odisea! En mi caso cocinar para ellos cuando vienen de invitados: qué puedo hacer que no lleve lactosa o derivados? A veces no somos conscientes de los productos en los que se utiliza.
    Ahora cada vez hay más productos donde elegir, pero algunos cuestan más, así que doblemente, ánimo!

    1. Pues bastante caros, sí, pero mejor eso que nada.
      Además de lactosa, gluten! Eso es peor. Menuda mezcla.
      Y para cocinar: yo me he buscado la vida con los «productos morados», y una buena amiga me regaló un libro con recetas sin lactosa(creo que se llama así) y te digo que el brownie está increible.
      Imaginación al poder!!!

  2. Terrible intolerancia, casigata… si me pasa a mí, o me paso al café solo o lo dejo definitivamente. Todo antes de tomarme un líquido oscuro fabricado en el Starbucks o echarle eso que llaman leche de soja que de leche, tiene el nombre.

    Te compadezco, porque la leche está riquísima y da muchísimo juego en la cocina y el horno!

    1. Jejeje. Después de un tiempo intentando autoconvencerme de que no estaba tan mal, decidí tomar soja SOLO en esa extraña mezcla que llaman Mocca Blanco, a la que te acabas acostumbrando. Aunque bien mirado, podría ser peor. Piensa en la leche de arroz, de avena o los «preparados lácteos» tipo FLORA que, he de confesar, he llegado a probar.
      Nada como un buen café casero.

  3. Jajaja. Me he partido imaginándome las caras de circunstancias de tus compis. Por suerte, hoy en día venden un montón de cosas sin lactosa pero igualmente tiene que ser una «lacta» (toma chiste malo y no te lo pienso cobrar, ni nada. Para que veas lo maja que soy). Besos.

    1. Pues sí que es una verdadera lata (sin palabras me quedo después de tu, ejem, chiste), y un robo contínuo. Pero he de reconocer que en estos dos años ha ido mejorando el surtido de productos en los super, y han aparecido tiendas on-line que importan desde Alemania o Austria, donde me han dicho que hay hasta hoteles para alérgicos/intolerantes varios. Fijate tú que adelantos. Hasta me he podido hacer un tiramisú con queso mascarpone, (a precio de oro, eso sí), y mañana voy a investigar con los brownies, que son más económicos. Ya os contaré la experiencia.
      Un placer leerte por aquí de nuevo.

  4. ¿Y que me dices de tu mejora amiga, la querida Nutira? Gracias a ella puedo tomar de vez en cuando algún postre en un restaurante sin parecer gochón…

    1. Gran amiga, sin duda. Gran amiga que me hace parecer a mí como la «gran gochona», sobre todo cuando me dices «tenías hambre, eh!», con los restos de un cheesecake por medio y la cuchara en la boca.
      Gracias por tu visita, Dilbert. 😉

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