Un día cualquiera, hace ya unos cuantos otoños, unos señores de batas blancas y mi santa madre, decidieron que veinte días eran más de lo que la etiqueta permite quedarse de inquilino y ya era hora de que conociera mundo. Aun así les llevó casi un día sacarme de mi cómodo escondite, entre fórceps, matronas a lo pressing catch sobre mi madre y más posturas que en una clase de yoga.
A las 18:30 de la tarde, a mi padre le di la primera alegría y a la vez la primera decepción, como a todos los hombres de la época, (y alguno de hoy en día):
«Ha costado, pero ya esta aquí. Es una niña» Y ahí se debió quedar el pobre hombre con la mini equipación del Madrid, sin saber qué hacer con ella, y cara de «por qué!», como diría aquel. Cachis.
La parte positiva, no sé si por gusto propio o por no hacerle el feo al hombre, es que la niña le salió futbolera y cada domingo me sentaba al ladito de mi papa (sí, sin acento) a disfrutar de las glorias deportivas de su equipo como buena mocita madrileña, mientras mi madre nos miraba parapetada tras sus agujas de hacer punto y jurando en arameo por tener que tragarse a «once tíos en calzones corriendo tras una pelota, como si fueran críos», como a ella le gusta definir el fútbol.
Muchos han sido los disgustos que han seguido a ese primero, y alguna que otra alegría, (las mínimas), pero a pesar de todo sigo siendo su casigata preferida, y ellos mis superhéroes sin igual.
Para ellos es este primer post, y para todos los padres que tantas veces decepcionamos y, a pesar de todo, siguieron viendonos como los mejores. Y a los que el tiempo y la vida os han puesto al otro lado, recordad que una vez también fuisteis hijos. Paciencia.
Con la misma dificultad y retraso, y la inestimable ayuda y apoyo de @despasa y @accidentalmente, ha nacido este blog, que espero crezca más y mejor que la que le pone voz. Aunque si me da más decepciones que alegrías le querré igual, que para eso es mi criaturo.
Feliz Navidad a tod@s!!!
Enhorabuena y bienvenida por fin a este mundo virtual fascinante!
🙂
Gracias, Accidental. Testigo eres de lo que me ha costado que vea la luz, y ya empieza a darme disgustos. Criaturica.